Sr. Director: Parece claro que, con la votación del día 15 en el Congreso de los Diputados sobre la mínima reforma de la ley del aborto presentada por el PP, está fuera de toda duda que el grueso del modelo de la ley Aído va a seguir adelante, a menos que el Tribunal Constitucional se decida a corregirla de acuerdo con su propia doctrina, que establece la obligación de tutelar el derecho a la vida del concebido y no nacido. Como afirmó el Portavoz de la CEE, José María Gil Tamayo, con la aceptación del aborto está en juego la calidad ética de toda una sociedad. El Gobierno de Rajoy ha renunciado a liderar esta batalla civil, pero además  ha dejado pasar el tiempo sin adoptar medidas eficaces de protección a la maternidad y a la familia. Una gran decepción para sus votantes que unido a los problemas de corrupción que directa o indirectamente le afectan tiene muy difícil, se lo están buscando, conseguir resultados positivos en las próximas elecciones. Jesús Domingo Martínez