Sr. Director: Excelente artículo, pero creo que olvidamos con facilidad quién realiza el hecho de corrupción, es el ser humano, independiente de la profesión que ejerza. Pero hay un problema, ¿quién juzga las conductas corruptas de quienes ejercen de jueces?, porque como usted ha expuesto en el artículo del Corte Inglés como retiro dorado, ¿pero es el único?, pues parece que no, en definitiva, quienes ejercen en cada uno de los poderes parece ser que se comportan igual que quienes ejercen de políticos. Pero yo creo que existe un problema de fondo, que nadie se atreve a decir, por lo de políticamente correcto, no será que los jóvenes tienen la sensación que padres y abuelos son corruptos, porque yo escuchaba esa frase de pequeño, "sino lo haces tú, lo hará otro", "no digas nada si te conviene", etc., pero también en otros ejemplos, el endeudamiento actual por parte de quienes ejercen en el Estado, jóvenes verás usted poco por no decir ninguno (no incluyo a hijos, sobrinos, etc.), están utilizando dicho dinero para el beneficio de las generaciones actuales y anteriores, dejando el problema para hijos y nietos. Insisto aunque nos guste o disguste, se puede afirmar que los padres y ancianos son partes del problema, se han convertido en egoísta, en conductas corruptas e incluso lo han convertido como valor esencial en su esquema de "valores". Valentín Medina Oria