Sr. Director: No se trata de los pucheros llorosos -posiblemente acompañados de las protestas sobre su probidad, su amor por la paz, su lucha por la verdad y hasta por su religiosidad- que podría haber exhibido Oriol Junqueras ante el juez del Supremo, cuando se negó a sus requerimientos de puesta en libertad. Aquí, se trata de pucheros de 'pucherazo'. En demasiadas ocasiones -y posiblemente con un punto de injusticia- los periodistas critican a los políticos, sus declaraciones, sus propuestas, sus meteduras de pata, sus fallos y hasta sus corrupciones. Por eso es de justicia la alabanza cuando en sus actitudes, en lo que dicen o en lo que opinan, muestran su saber y su dominio de los asuntos. Si un individuo como Oriol Junqueras habla, antes del 21-D, sobre 'pucherazos' en las urnas, hay que descubrirse, escuchar con atención y rendirse ante el juicio de un entendido. Porque si hay alguien en España que sabe de 'pucherazos', de tergiversación de datos, de fraude electoral antes, en y después de la jornada de marras, ese es Oriol Junqueras. Xus D.