Sr. Director: La inocencia infantil no se corresponde con los prejuicios de muchos adultos, que la ven como ignorancia, inmadurez, e ingenuidad, que deben ser corregidas cuanto antes (a pesar de que los niños se resisten a abandonar las creencias que anidan en su fantasía). A un niño de cinco años un compañero de diez le dice en el colegio que no existen los Reyes Magos. El primero, sin inmutarse, contesta: "pues mi mamá sí cree y tiene 40". El estado de ignorancia se ha de superar, mientras que la inocencia es un valor intemporal que se debe proteger a lo largo de la vida. Se puede ser inocente y muy experimentado a la vez. Las nuevas tecnologías potencian valiosas habilidades aplicables al aprendizaje, pero si se usan mal o de forma abusiva, pueden frenar algunos talentos necesarios para crecer armónicamente, entre ellos la imaginación. El cineasta Robert Redford, tras jubilarse, se dedicó a promover y dirigir películas solo para niños, movido por la nostalgia de la infancia perdida. Lo justificó así: "La infancia es un mundo de magia. Quiero recuperar esa magia que está siendo oscurecida por la tecnología, despertando al niño que llevo dentro". Despertar al niño interior es una ilusionante tarea para todos en todas las edades de la vida. Antonio Machado proponía un permanente diálogo con el hombre que cada uno lleva dentro. Jesús Martínez