Sr. Director:
"El oso ruso no será un trofeo para Europa y EEUU". La frase de Vladimir Putin, plena de nacionalismo, pretendía conjurar los malos augurios para toda una nación.

Con el rublo en caída libre, las sanciones occidentales por la invasión de Ucrania y la huida de capitales extranjeros, Rusia se enfrenta a una grave recesión. Los presupuestos del Estado -hechos con un barril de petróleo a 150 dólares, frente a los 55 actuales-, son papel mojado.

Antes de acabar el año Putin perjuró acabar con la dependencia del crudo. Autocrítica ante el escenario electoral de 2018. Lo que sí parece claro que el oso ruso es más ruso y menos oso.

Suso do Madrid