Sr. Director:

La clave más compleja está en los factores extrínsecos.

Por ejemplo, la relación de la imagen de la Iglesia, sus actuaciones en los últimos años, de esos años, con la decisión de marcar o no la casilla de la Iglesia Católica. Los obispos, y sus curias adyacentes, cuando leen estos datos piensan de forma automática en una especie de plebiscito sobre su imagen y actuación en las diócesis. Si así fuera, habría mucho que comentar con estos datos.

Partimos, además, de la base de que estamos en el pontificado del Papa Francisco, que ha cambiado la percepción social de la Iglesia de forma muy favorable. Y que esta imagen positiva se ve reflejada especialmente en los medios de comunicación y, por tanto, en su público.

También que la insistencia en identificar la acción prioritaria de la Iglesia con lo social debiera invitar a apoyar ese esfuerzo con recursos. ¿Han dejado de funcionar las campañas publicitarias?

Variables iniciales de una cuestión compleja que los equipos de trabajo del Vicesecretario de la Conferencia están analizando con el rigor que les caracteriza.

¿Qué está ocurriendo para que haya menos españoles que ponen su X en una casilla tan sintomática como la de la Iglesia?

La sensación general es de estado de alerta en el episcopado. La idea general es que hay que esperar a los datos de las siguientes campañas. Si se confirmara la tendencia, sería preocupante. Y habría que hacer algo, antes pensado y bien pensado.

No obstante, aunque ha habido menos X los ingresos por este concepto han sido mayores.