Sr. Director:

O los padres. O ambos.

Hay gente, a la que no se las niega la buena voluntad, que, cándidamente, dentro de sus consejos, deja a los padres la misión de explicar a los hijos por qué se divorcian. Desde estas líneas, y de acuerdo con la ley, se viene defendiendo, a capa y espada, que el divorcio no tiene que ser cosa de dos, sino con que lo quiera uno, VALE.

Y, desgraciadamente, suelen ser los padres los menos indicados para explicarles a los hijos esas cosas de las cuales, en principio, entienden, y mucho, los abogados.

Pero, claro, los abogados tampoco son los abogados de los niños, por lo que el abogado de la mamá, o del papá, o de ambos, tampoco son las personas adecuadas para explicarles lo que pasa en casa.

Ahora bien, ¿lo son los psicólogos?.

En las guerras, no suelen ser los simples soldados los que las organizan, pero, a la fuerza, normalmente, tienen que ir para intentar matar al de enfrente, que tampoco sabe de qué va eso.

Y el problema es que los señores políticos, organizadores de los conflictos, ponen normas, dónde otros vemos libertad.

Menos teologías de género, discriminaciones a la mujer, menos denunciar, menos LGTBI, y más derecho.

Y es desde el derecho como se puede/debe explicar a nuestros niños eso del divorcio/separación de sus padres.

Las denuncias de las mamás no son causa de ningún divorcio, y si alguien tiene otros datos, que los ponga sobre la mesa.

Y si el estado las da, a las mamás, un abogado para divorciarse, no es que las mamás tengan que defender su derecho a divorciarse, sino para que presenten en el juzgado un documento por el que prueban que se casaron libremente con papá. Y el pueblo español no las obligamos a estar un solo segundo, no querido, con el papá, queridos niños.

Por cierto, la ley no es tan mala como se la cuentan a los niños. Habla de llegar a acuerdos, y tampoco exige que nadie salga del domicilio familiar con el cepillo de dientes y el pijama.

Y sí, los políticos vienen fallando a los niños. Si los jueces deciden a falta de acuerdo de los papás, ¿ por qué no juntan a los papás para reflexionar ?.

Me temo que el que tiene que ir al psicólogo soy yo.