Sr. Director:

La legalización de la eutanasia refleja la pérdida de la conciencia común sobre el significado y valor de la vida humana, que se había logrado asentar en Europa durante siglos de diálogo entre la razón y la fe cristiana. Como sugiere la afirmación del líder comunista portugués, el mandamiento de “No matarás” es fundamento del progreso de la civilización. Ahora se pretende sustituir por una idea de libertad absoluta para decidir sobre la vida y la muerte, sin vínculo alguno con la verdad y el bien. La posición adoptada por la Iglesia en Portugal, apoyada paradójicamente por el Partido Comunista, es la de exigir cuando menos un referéndum para que los ciudadanos se pronuncien, al tiempo que se ha movilizado para explicar las nefastas implicaciones sociales de esa ley, que ya son visibles en los países donde ha sido aprobada.