Sr. Director:
El duro enfrentamiento que han mantenido el presidente Rajoy y el líder del PSOE, en la última sesión del control del año en el Congreso de los Diputados, es un anticipo del nuevo curso político. 

La acusación de Pedro Sánchez a Rajoy de ser "franquista" y de estar llevando a cabo la mayor merma de derechos y libertades de la democracia, es un exabrupto de autoafirmación destinado a detener la sangría por la izquierda, pero desvela la confusión de un partido llamado a ser uno de los pernos de la estabilidad del sistema.

La habilidad parlamentaria de Mariano Rajoy ha servido, en esta ocasión, para salir airoso de un debate más ficticio que real. Necesitamos un debate político que refleje la realidad y  busque la verdad, y no estos fuegos de artificio.

Xus D.