Sr. Director: Cuando en las pasadas primarias del PSOE, los militantes se entregaron sin reservas a su fracasado Secretario General, parecía que, en la etapa de asueto que ha tenido desde que le despidieron, se había preparado para "ser mayor", para dejar de ser un pelele al servicio de Podemos, que había moderado su odio hacia Rajoy y frenado su radicalismo y codicia por conseguir el poder. Mas todo fue una falsa alarma y en pocos días ha dado muestra de que continúa con la misma inmadurez, mantiene firme su odio, y sigue "arrodillándose" ante el terror de los españoles, el fundamentalista Pablo Iglesias. Nuevamente se repite la función y hemos de temer esa alianza destructiva que Pedro Sánchez ansía y que pondrá fin a la vida del Partido Socialista y en decadencia a nuestra Nación. Lo peor es que el señor Sánchez se considera (triste ironía) autosuficiente y no respeta ni acepta el consejo y la experiencia de sus mayores y predecesores. O se cree estar en posesión de la verdad al echarse en brazos de los peores enemigos de nuestro País, o lo hace con muy mala intención para acabar con el PSOE y con España. Ni sabe qué es España, ni qué nos interesa a los españoles, fuera de la apreciación de los populistas; ni tiene idea de proyectos políticos que nos beneficien a todos. Aparte de eso del "noesno", o del "siessi" a que podrá cambiar al rato siguiente, no tiene nada más que pensar en nuestro favor; ya le dirigirá los pasos el absolutista que le va a devorar. Pablo D.