Sr. Director:

Al acabar el año a Sánchez se le olvidó decir que los aliados que se han convertido en imprescindibles tienen como objetivo declarado acabar con el orden constitucional. También se le olvidó reconocer la desastrosa gestión de la pandemia. Tampoco se refirió al fiasco de la gestión de los ERTES ni a la situación más que crítica por la que atraviesa gran parte de los sectores de la economía española como el turismo, la hostelería, la industria o el comercio.

No hubo una sola referencia a las leyes que han roto el consenso social, como las de educación y eutanasia. Por mucho que se empeñe en aparecer como un gestor trasparente, la realidad es que su rendición de cuentas es poco más que una pompa de jabón.