Sr. Director: Cada vez que abre la boca Pedro Sánchez oímos a Zapatero. Este se apuntó el mérito de la Ley de Dependencia, por poner un ejemplo, cuando lo único que hizo fue pasarle el marrón de su financiación a las Comunidades Autónomas, que diez años después siguen sin poder aplicarla al completo. Lo mismito ocurrirá con Sánchez y su enseñanza obligatoria hasta los 18 años. Alberto Asensi Vendrell