Sr. Director:

Se hace presente en las calles el clamor de la gente que grita, “¡queremos votar!”. Nos (des)gobierna un señor que nunca fue elegido, ni lo será, y consiguió su cargo gracias a la patraña de prometer apoyo y comprensión a todo lo peor de nuestra política, independentistas, golpistas, filoterroristas, bolivarianos etc.

Los objetivos de su ansia de poder, no los duda nadie: ocupar el Palacio de La Moncloa, una buena pensión vitalicia, poder para jorobar a los españoles (la izquierda no nació para defender al débil, sino para utilizar al débil) y…

Hay una faceta que hemos podido comprobar en el escaso tiempo de (des)gobierno del señor Sánchez, con mucha actividad y premura, y es el relativo al control de medios (TVE, CIS, CNI, etc.) y la colocación de amigos, familias y afines. La celeridad y profusión desarrollada en este campo, ha sido notable. La agencia de colocación ha funcionado a la perfección, todo un éxito, sin rectificación alguna, como ocurriera en todos los demás asuntos. Pese a que las personas afortunadas por esos puestos de trabajo carecen de una cualificación adecuada, reciben el pago de una deuda moral o tienen el agradecimiento personal del poderoso Sánchez, que les ha concedido la dirección de empresas como Red Eléctrica, Renfe, Correos, Paradores, Embajadas, etc.

Una empresa de colocación, denominada “Pedro el Breve”, que ha funcionado y seguirá funcionando de forma ejemplar.