Sr. Director:

Ni tan siquiera podrá insinuarse su origen en un lejano país que acumula décadas ejerciendo como rey del mambo de las relaciones internacionales sin ser ningún modelo en el cumplimiento de los derechos humanos, los compromisos climáticos o las más elementales reglas de la higiene alimentaria y la competencia deslealTampoco podremos apuntar con el dedo a aquellos que en lugar de actuar temprano frente al virus dejaron que la gente se contagiara en manifestaciones callejeras, o a los que celebraron a lo grande el congreso de su partido pese a la que se venía encima, o, en fin, a esos otros que llegaron al poder tras denunciar los privilegios de la casta política y una vez en ella burlaron a su antojo la cuarentena para que solo la canalla la acatara.

Cuando dejemos atrás esta plaga, ninguna responsabilidad asumirán los que no previeron desde el inicio estrategias para evitar el colapso económico de la nación, salvo regar con dinero público a todos menos a los que sacan esto adelante generando empleo. Lo propio sucederá con quienes olvidaron poner a teletrabajar desde sus casas a los ciudadanos que podían hacerlo, o a organizar la formación de sus hijos a distancia, limitándose a obligarles a un confinamiento forzoso en el que se dilapidaron millones de horas laborables y educativas entre sofás, consolas, internet, gimnasias y memes del guasap.