Sr. Director:

El periodista Évole de profesión entrevistador oficial del Papa Francisco no se sabe por qué,  o sí. Ha formulado al Sucesor de San Pedro una pregunta capciosa, propia de sofistas y saduceos, que sólo admite una respuesta, la que dio el Papa. Le preguntó el periodista Évole: ¿“en una situación como esta (coronavirus) hasta un Papa puede tener dudas de la existencia de Dios? El Papa le respondió que había tenido dudas existenciales y dudas de fe, en otras ´pocas de su vida, pero que ahora había superado todo gracias a Dios. En la pregunta de Évole se esconde una falsa concepción de Dios propia de maniqueos y que desemboca en el ateísmo. Dios no puede ser autor del mal, ni quererlo, porque es el Sumo Bien, la Suma Bondad y Verdad no es Dios de muertos sino de vivos. La existencia del mal siempre ha sido utilizada por muchos para cuestionar la existencia de Dios, porque si Dios es la bondad infinita, no podría existir mal alguno, ni el coronavirus. Pero ya San Agustín refutó ese sofisma: Siendo Dios infinitamente bueno, de ningún modo permitiría que hubiese en sus obras mal alguno si no fuera tan omnipotente y bueno que del mal saca bien. Pertenece a la bondad de Dios permitir los males para de ellos obtener los bienes.