Sr. Director:
Los periodistas que acompañaban al Papa en el vuelo de Sri Lanka a Filipinas, le preguntaron por el atentado terrorista perpetrado en París y el terrorismo yihadista.

A nadie extraña la respuesta de Francisco sobre el terrorismo y la supuesta legitimación religiosa que busca los yihadistas para justificar la matanza indiscriminada y la generación de terror.

Lo que sí parece causar alguna extrañeza es la rotundidad con la que el Papa se ha referido a la "Libertad de Expresión" cuando la fe y las creencias religiosas se convierten en objeto de burla y escarnio.

El Estado democrático de Derecho consagra un marco de garantías que tutela derechos y libertades fundamentales. Sin embargo, más allá del ámbito estricto de la ley, hay que subrayar que el derecho a la libertad de expresión ni es absoluto, ni puede comprenderse sin referencia a un deber recíproco.

Por eso ha señalado el Papa que no es lícito ofender mediante el ridículo a la conciencia religiosa de nadie.

Juan García