Sr. Director: Así calificado el Papa Francisco durante la oración con la que concluyó el Vía Crucis por el mismo lugar que Nerón sacrifica a los cristianos con los más terribles de los martirios incluido la crucifixión, la postura sectaria de los que quieren prohibir  todo los símbolos religiosos  en los lugares y sólo toleran los de sus sectas políticas  placebos, que  sustituyen a los religiosos. Este paganismo en España no es de ahora mismo, porque ya se dio en el PSOE en los tiempos de Zapatero, si entonces el  grave problema de la mala calidad de la educación pública se quiso solucionar con la prohibición  de la educación  del Religión en la Escuela pública y con la proscripción de los símbolos que son parte de la cultura española, como el pesebre  o la cruz, para los nuevos laicistas los únicos que pueden aparecer en público son los de su propia ideología política: caras de odio, puños en alto, ideólogos marxistas leninistas,  banderas con puños y rosas, u  hoces y martillos, y si alguien osa la más leve crítica constructiva, enseguida surgen los insultos convencionales que van desde el de fascistas  a los más ridículos por reaccionarios. Todo eso mientras desde el ayuntamientos gobernados por socialistas directa o indirectamente se profieran satánicos sacrilegios propios en este caso, por mujeres, como en el caso de Palma Mallorca que supera todo lo que cabía esperar. Es de esperar que el obispado de Mallorca no sólo condene sino que desagravie tanta blasfemia obscena e invite a los fieles a adorar con reverencia al Santísimo Sacramento. Fidel García Martínez