Sr. Director:
Sin lugar a dudas una de las tareas más importantes y más difíciles que tiene la sociedad actual, es la educación de la infancia y de la juventud y esa tarea, en una medida importantísima, corresponde a los padres.
Tarea importante por cuanto la entera sociedad del futuro depende de qué sean, qué hagan y de cómo se formen nuestros niños y nuestros jóvenes de hoy. Tarea difícil porque ni la sociedad en su conjunto, ni los poderes públicos ayudan a los protagonistas de esa educación que son, por encima de cualquier otra consideración, los padres y los maestros.
Se ha puesto el énfasis -con toda razón- en el derecho de los padres a elegir el tipo de educación que desean para sus hijos, pero quizás se han olvidado otros derechos que, con igual importancia para una formación integral, también corresponden a los padres.
No todas las facetas de la formación de la persona están enmarcadas en aspectos académicos de aprendizaje de conocimientos o de contenidos puramente culturales. La formación humana, las enseñanzas de convivencia y de respeto a los otros, las virtudes cívicas y hasta los comportamientos afines a la urbanidad, forman parte de esa formación y no solamente han de ser patrimonio de la familia, sino que la colectividad tiene la obligación de propiciar esa tarea.
Y el legislador debe hacer todo lo posible por contribuir a esa formación dotando a padres y educadores de los instrumentos necesarios sin coartar, dentro de los límites racionales, la libertad para que puedan ejercer su responsabilidad.
Jesús Martínez
Junta Bankinter 2024. Comienza la era Alfonso Botín
21/03/24 17:24