Sr. Director:  

Monseñor Osoro, arzobispo de Madrid, ha calificado de bienaventurados a los que se dedican a servir a los demás en el mundo de la política, trabajando por el bien común de todos.

También ha recordado que la Iglesia es una comunidad de confesión y la sociedad, una comunidad de convivencia, que tienen en común la preocupación por la persona.

El arzobispo de Madrid se ha referido al momento de emergencia educativa que atravesamos, en el que se necesitan certezas sólidas y criterios convincentes sobre los que construir la vida. Tampoco ha olvidado a quienes tienen entrañas de misericordia: la Iglesia sale al encuentro del otro desde su realidad concreta. Y citando a Ortega y Gasset ha recordado que la libertad y la convivencia necesitan de la apertura religiosa: la cuestión de Dios forma parte de nuestra convivencia civil y sería desastroso pretender extirparla.

Son unos pensamientos muy útiles para aquellos que de una manera u otra estamos comprometidos con la sociedad civil.

Suso do Madrid