Sr. Director:

 

Este mes, octubre, es un mes extraordinario misionero, es una oportunidad para un cambio de mentalidad, que pasa por asumir que no debemos vivir pasivamente la vida, sino que la debemos entregar; que no debemos compadecernos de nosotros mismos, sino que nos debemos dejar interpelar por las lágrimas del que sufre, como nos ha pedido el Papa Francisco. La Iglesia vuelve a encontrar su fecundidad en la alegría de la misión.

 

 

Enric Barrull