Sr. Director:

Es evidente que, en la trastienda de esta estrategia, lo que pretende Sánchez es llenarse de razones para afrontar en otoño una eventual consulta electoral, en la seguridad de que el electorado de izquierdas castigaría a Podemos en caso de rechazar la última oportunidad de apoyar el gobierno que Sánchez pretende. Se da la circunstancia añadida de que la mayoría de los votantes socialistas y comunistas se muestran contrarios a unas nuevas elecciones, a pesar de las encuestas del CIS, tan favorables al PSOE. Lo que no ha pasado por la imaginación de Sánchez es la posibilidad de concertar su programa de gobierno con las fuerzas políticas de centro-derecha que podrían aportar una visión de lo que es posible y realista, alejada de las fantasías de un temerario progresismo ideológico.