Sr. Director :

El negocio de las clínicas abortistas, ya de por sí repudiable, presenta además importantes fallos en la preservación de la identidad de sus pacientes.

Tal y como se publicaba en algún medio, al menos cinco de estos centros privados han sido denunciados por incumplir las más elementales medidas de protección de los datos de las mujeres que acuden a solicitar sus servicios. Sus nombres e información personal junto a su historial médico acaban en la basura a la vista de cualquiera. Una negligencia que urge corregir cuanto antes. Aunque en el proyecto de ley que se acaba de presentar tampoco se contemple.

Valentín Abelenda