Sr. Director:

No juzgo a nadie, se ve que son personas con buena intención, pero cuando invocan la democracia como solución ante los acontecimientos actuales, apelando a la convivencia pacífica, a la hermandad, al respeto, etc. No lo entiendo. Esta democracia liberal ha suprimido a Dios, ni tan siquiera le mencionan; dice San Pablo: “No hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero”.

Si los creyentes tratando de cumplir la Ley de Dios hacemos el mal que no queremos, ya me dirán cómo los que retiran a Dios van a sembrar la paz, la hermandad, la fraternidad. Si retiramos a Dios, Satanás ocupará su lugar. Estamos viviendo unos tiempos realmente duros, difíciles, apocalípticos. También se habla de la fraternidad mundial, pero como se va a llevar eso acabo, ¿vamos a adorar a la Madre Naturaleza? Y nos preguntamos los católicos: ¿Entonces para que vino Cristo al mundo y murió clavado en la Cruz? Hay que repetirlo pues no lo entendemos, la pandemia es una purificación que cesará cuando reconozcamos que la hemos propiciado con nuestros pecados y nos convirtamos. En cuanto a la  hermandad mundial, será al fin de los tiempos, en los cuales dice San Pablo: “Dios será el Todo para todos” Mientras tanto, unidos a la Santísima Virgen, esperaremos nuestra liberación.