Sr. Director:

Debo confesar que no he sido un fan del señor Rajoy debido a sus ideas próximas al seudoprogresismo de la izquierda radical, no sé si por iniciativa suya o por la recomendación o imposición de su segunda, Soraya. Pero lo cierto es que traicionó las expectativas que teníamos en él muchos de sus simpatizantes y votantes.

Sin embargo, su salida de La Moncloa, a la que le forzó de forma inmoral el señor Sánchez, le ha permitido algún importante beneficio: por no estar en el gobierno de España, el sátrapa Maduro (si, el asesorado de Pablo Iglesias), no le ha acusado de ser el artífice de ese invento de atentado contra su persona. No le deseo la muerte a nadie y, por tanto, tampoco a Nicolás Maduro, pero es fácil de adivinar que todo ha sido preparado para acosar de forma más contundente a la oposición y los testigos que aportará serán forzados a decir lo que él les ordene.

Cada día parece más difícil terminar con la dictadura bolivariana de Venezuela, máxime cuando la mayoría de países miran para otro lado y no quieren ver lo mal que lo están pasando los habitantes de ese magnífico país. Ya es hora de que despertemos y tomemos conciencia de la tragedia que viven los venezolanos. Por favor, no les abandonemos.