Sr. Director:

Es verdad que en el plan de paz para Oriente Medio se deja la puerta abierta a la vieja solución de los dos Estados, pero esta posibilidad queda supeditada a una eventual negociación  que se llevaría a cabo en un plazo de cuatro años, es decir, el tiempo de una incierta legislatura que se abrirá tras las nuevas elecciones generales en Israel, el próximo 2 de marzo. Aunque procesado por corrupción, Netanyahu se siente eufórico ante la propuesta norteamericana, que parece pensada para auparlo de nuevo al poder y hacer más fuerte el cerco a Irán, el principal objetivo actual de la diplomacia norteamericana. A los palestinos no les queda más salida que esperar a que nuevos líderes en Estados Unidos y en Israel, que diseñen otro plan de paz.