Sr. Director: Con motivo de que el primer viaje de los Reyes de España fuera de Europa haya sido a México, cabe recordar que nuestro país es uno de sus primeros inversores, pero las relaciones entre ambos países deben fortalecerse también en el ámbito político, cultural y académico. Las razones históricas son más que evidentes. México fue siempre la Nueva España, uno de los países de América con los que las relaciones han sido más intensas, más emotivas y familiares. También ha sido históricamente una tierra acogedora que ha integrado a los españoles, ayer y hoy, con absoluta familiaridad. No es de extrañar que Felipe VI, conocedor como es del continente americano, haya querido viajar a México para estrechar y fortalecer unas relaciones que necesariamente deben ir más allá de lo económico. Y es que es un país con evidentes problemas sociopolíticos, pero de un enorme potencial humano y cultural. El fortalecimiento de las relaciones México-España no puede ni debe caer en los errores de épocas pasadas que nadie sueña resucitar. Hoy los lazos de cooperación tienen que ver con la asunción de responsabilidades y con el compromiso en favor del desarrollo. España debe, por historia y responsabilidad, desarrollar una verdadera política exterior con Hispanoamérica y México es un pilar de esa deseable política hispanoamericana. Suso do Madrid México, España, relaciones, política, Hispanoamérica