Sr. Director:

Un grupo de expertos, que trabaja para el Ministerio de Agricultura alemán, ha recomendado mejorar las condiciones de bienestar animal en las explotaciones ganaderas y que las mejoras necesarias en infraestructuras sean financiadas mayoritariamente por el gobierno.

Actualmente, el Ministerio alemán ha establecido un etiquetado voluntario de bienestar en el porcino con tres categorías (1, 2 y 3, de menos a más exigencia), que tienen que cumplir normas más estrictas a las establecidas legalmente. Muchos se temían que estas normas voluntarias podrían pasar a ser obligatorias en un futuro.

De hecho, es lo que propone el grupo, conocido como Comisión Borchert, porque está dirigido por Jochen Borchert, antiguo ministro de agricultura alemán. Avanzan que las tres categorías deberían ser esencialmente el criterio para futuras formas de cría y que en el futuro, las normas deberían ser más exigentes a las actuales.

Concretamente proponen que para 2040, todos los animales cumplan de manera obligatoria las condiciones de la categoría 2 (que entre otras cuestiones establece más espacio por animal). Actualmente en Alemania, solo una cuarta parte de los animales cumplen condiciones por encima de lo legislado.

El grupo considera que el presupuesto para las inversiones de renovación podría ascender a 3.000-5.000 millones de euros. Los consultores sugieren que los productores deberían ser compensados en un 80-90% del gasto adicional.

¿Y de dónde va a salir este dinero? Pues sugieren que de un impuesto especial que gravaría a los productos animales. Por ejemplo, 40 céntimos/kg de carne y productos cárnicos, 2 céntimos/kg de leche, productos lácteos frescos y huevos y 15 céntimos/kg de queso, mantequilla y leche en polvo. Esto generaría ingresos fiscales de alrededor de 3.600 M€ y que correspondería casi al monto de las necesidades financieras previstas.