Sr. Director:
El legítimo derecho a que un asunto tan crucial como es el derecho a la vida de los no nacidos entre en el debate público y en la agenda política, no significa que haya que ser cautivos de ningún partido.

Como muy bien señaló el Presidente del Foro de la Familia, el compromiso tiene que ser con la defensa de la vida y con la denuncia de lugares como los abortorios que han hecho de la desgracia y de la muerte un lucrativo negocio.

La ciencia lo tiene claro. Desde el momento de la concepción hay un ser humano distinto del padre y de la madre. No es un tumor, sino un hijo, y estamos obligados en conciencia a seguir defendiéndolo y a promover una verdadera cultura de la vida que contribuya al desarrollo de una sociedad mejor.

Pedro García