La advertencia de Macron es una provocación intolerable propia de un político que no puede garantizar la paz social en Francia y pacta con la extrema izquierda para asegurar su poltrona presidencial tutelada por el gran oriente masónico. Rivera se equivoca de país y somete la soberanía nacional de España a los deseos de dos individuos irrelevantes como Valls y Macron. Rivera, si acata las consignas del Eliseo, es un traidor a la democracia de España, porque Vox es un partido democrático al que han votado cientos de miles de andaluces españoles. VOX nada tiene que ver con Lepen, por mucho que Rivera y compañía se coman el cerebro repitiendo mentiras y falsedades.