Sr. Director:

Notivida se hace eco de la siguiente información: La diferencia entre despenalizar y legalizar el aborto es básicamente conceptual, una cosa es que el aborto sea un delito sin punición y otra que se lo presente como un derecho; pero a los efectos prácticos las dos alternativas arrojarían los mismos resultados: la matanza impune de miles de inocentes. Una cosa arrastra a la otra.

En este informe analizamos la situación del proyecto de la “Campaña por el derecho al aborto”, teniendo en cuenta la composición del nuevo Senado: El 10 de diciembre 24 senadores -de los 72 que integran el Cuerpo- terminan su mandato. Conforme al resultado de las PASO, 5 de ellos renovarían su banca y los restantes 19 serían reemplazados por otros tantos electos este año.

De los 19 senadores que ingresarían el 10 de diciembre: 10 votarían a favor, 7 en contra y 2 no hicieron pública su postura.

De los 5 que renovarían: 1 a favor y 4 en contra.

De los 48 que seguirían con mandato: 21 a favor, 26 en contra. Perotti se abstuvo

Con postura desconocida 3: Mirabella, Kueider y Sapag. 

Del análisis se concluye que aunque los tres senadores que no sentaron posición (Mirabella, Kueider y Sapag) se inclinen a favor de la legalización tal como la propone el proyecto de la “Campaña por el derecho al aborto”, seguirían quedando en desventaja; ya que en ese supuesto el resultado sería: 35 a favor y 37 en contra.

De allí que un candidato como Alberto Fernández a quien nadie le puede adjudicar una postura pro-vida hable de “dos etapas”, la primera de despenalización (para la que tendrían los votos) y una segunda de legalización. Pero una cosa arrastra la otra y a los fines prácticos ambas instancias se traducirían en los mismos resultados.

 

Darío Regoyos