Sr. Director:

Muchas son las heridas que la pandemia del Coronavirus está dejando en una sociedad que vive aún bajo sus efectos. Una de ellas viene de la forma en que se han afrontado la muerte y el luto. Mientras continúa el lento desgranar de las cifras de fallecidos, siempre trágicas, es hora de recuperar la memoria de quienes ya no están entre nosotros. La sociedad española tiene una deuda de justicia y gratitud con las víctimas de esta pandemia, en especial con las que se han ido sin el consuelo de la cercanía y el afecto en la última despedida, sin la celebración litúrgica que haga posible ese vínculo de unión a través de la plegaria. En no pocas ocasiones han sido los sanitarios quienes han estado presentes en el último aliento, a veces también los militares. Un acto más de profunda humanidad.