Sr. Director: Lo mismo me da que me da lo mismo si quitan o no los festejos taurinos que se celebran en muchos municipios de España, pues no soy ni pro ni anti taurino. Pero como continúe este mal fario, difícil lo tienen los adeptos a la tauromaquia. En lo que llevamos de verano, 9 personas han muerto en estos festejos, diez han sido heridos por asta de toro y otros 42 han sido hospitalizados por diferentes traumas. Y mucho me temo que estas cifras irán en aumento. No pretendo ser agorero, pero la fiesta y el consumo de alcohol que precede a las carreras, sumado las pésimas medidas de control que veo en los ayuntamientos, me hace presentir que sucederán más desgracias. El mundo de la tauromaquia mueve mucho dinero y da mucho trabajo. Esto es una realidad. Pero poner de entretenimiento un animal que mata para amenizar unas fiestas locales es un hecho cuestionable. Da que pensar. Jon García Rodríguez