Sr. Director: El viernes 25 de agosto, en el Puerto de Santa María (Cádiz), en los Encuentros "Familia, Vida y Libertad" que organizan diferentes asociaciones, plataformas y particulares, estaba prevista la celebración en el Centro Cívico de una mesa redonda organizada por Profesionales por la Ética, Vox y Hazte Oír. En ella participaban Alicia Rubio, profesora de Enseñanza Secundaria y escritora, Francisco Contreras, catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de Sevilla, y Teresa García-Noblejas, portavoz de Hazte Oír. El tema de la mesa era "Ante la dictadura de género y la ley mordaza LGTBI", que propone Podemos, y que en septiembre será debatida en el Congreso. El acto fue prohibido por el Ayuntamiento de El Puerto de Santa María, por lo que su celebración se trasladó al Hotel La Bodega, donde tampoco pudo llevarse a cabo, por las presiones que recibieron. Finalmente, la organización convocó el encuentro en la Plaza del Ayuntamiento. También allí hubo problemas. Un grupo de personas, con silbatos y gritos, impidió que los ponentes pudieran transmitir su mensaje a los asistentes. Personalmente, estoy cansada de oír que en nuestro país hay libertad de expresión. La verdad es que sí está reconocida, pero en la práctica solo la hay para algunos. ¡Vaya gracia! Unos pueden decir y hacer lo que les da la gana, pero otros no pueden decir algo que a ellos no les gusta escuchar. Estamos apañados con estas conductas totalitarias de aquellos que sí tienen libertad para imponernos lo que a muchos no nos gusta. Cada día estoy más harta de esta situación, y es que a muchos no les gusta escuchar la Verdad y arremeten contra ella. San Juan Bautista -29 de agosto los cristianos celebramos la conmemoración de su martirio- fue víctima por defenderla. Herodes mandó cortarle la cabeza porque le decía la verdad, aquello que no quería oír. Entonces tampoco había, para algunos, libertad de expresión. La historia se repite. María José De Francisco Alcázar