Sr. Director:

El consentimiento en las relaciones sexuales, el acoso y su naturaleza, el significado más preciso de lo que es agresión, y el cómo afecten estos aspectos al Código Penal son cuestiones graves que han despertado las críticas de los juristas, hombres y también mujeres, algunos de ellos muy próximos al Gobierno y al PSOE.

No es extraño que el Ministerio de Justicia haya limado el contenido de la Ley. En todo caso un texto de esta gravedad, dado los contenidos regulados, merecería un diálogo público con los expertos y una redacción que concitara una mayoría parlamentaria lo más amplia posible. No importa si el anteproyecto se demora, las prisas por legitimarse no pueden justificar una mala ley.