Sr. Director: La forzada displicencia con que el dictador venezolano Nicolás Maduro trató de despachar la fuga de Antonio Ledezma, alcalde de Caracas y líder opositor encarcelado por la defensa de los derechos democráticos de los venezolanos, se trastocó en menos de veinticuatro horas en una histérica protesta diplomática contra España. Sin duda, la imagen de Antonio Ledezma siendo recibido nada más aterrizar en Madrid por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha hecho comprender a los jefes del chavismo la amenaza que representa para su régimen totalitario la libre expresión recobrada de un político honesto, un venezolano cabal, que fue elegido democráticamente por sus conciudadanos para la Alcaldía caraqueña y al que despojaron de su cargo y de su libertad bajo la patraña de unas acusaciones criminales insostenibles. José Morales