Sr. Director: En Cataluña tenemos un curioso gobierno autonómico: no tiene dinero para farmacias pero sí para hacer permanentemente encuestas sobre la independencia de la mano de un organismo cuyos directivos cobran casi 100.000 euros al año. Por lo visto, la salud y los medicamentos pueden esperar pero los sondeos son una necesidad vital. Pero superada la primera sorpresa, aparece una segunda. Y es que el gobierno catalán realiza una peculiar selección de encuestados: entrevista a cuatro veces más espectadores de TV3 (43%) que su cuota real de audiencia (11%) y a más votantes nacionalistas que el resto de la sociedad. Obvia decir que esta "cuidada" selección conduce a resultados muy favorables al independentismo. Da la impresión que las encuestas de Puigdemont son una herramienta de propaganda política bajo el elegante disfraz de una encuesta. Antonio Sanz