Sr. Director: Si constantemente las formaciones políticas cuestionan las decisiones judiciales, en el caso de Cataluña -y más ahora con unas elecciones a la vista-  las críticas,  han sobrepasado toda  lógica. Naturalmente que los jueces están determinados por sus propias ideas, por el ambiente político, por las actitudes de los encausados y hasta por su propio futuro, pero eso siempre ha sido así en hombres de carne y hueso, sujetos al error y atados a sus propias circunstancias. Pero esa determinación previa y esas circunstancias no tienen por qué influir, de manera decisiva, en sus decisiones. Con todos los determinantes que se quiera, la trayectoria profesional de la inmensa mayoría de los que han sido y son magistrados de los altos tribunales de la nación, merece el calificativo de imparcial. Además hay casos -el de Cataluña lo es- palmarios en cuanto a la tipificación y calificación de los presuntos delitos. Suso Madrid