Antonio César Fernández, recuerdan, ¿el misionero que acaba de ser asesinado?, ha entregado su vida misionera a África y a los africanos. Vivir la vocación salesiana en cada uno de los lugares en los que he estado es una Gracia del Señor, decía hace poco tiempo el misionero asesinado, en un vídeo que ahora se ha hecho viral en redes. Allí reconocía todos los beneficios recibidos, especialmente en su dedicación y entrega a los jóvenes a los que, como buen salesiano, dedicó buena parte de sus desvelos misioneros.

Antonio era un hombre sencillo, enamorado de Dios y discípulo de don Bosco, que sirvió hasta el extremo a los más necesitados. Su testimonio ha dado y seguirá dando mucho fruto. Descanse en paz, y vaya en su persona y en su entrega sin límites, el agradecimiento a todos los testimonios, callados y eficaces, de los 12.000 misioneros españoles que, por todo el mundo, dedican su vida a la causa del Evangelio.