Sr. Director:

Convertidos los periodistas en portavoces de los delirios de la izquierda española, no queda nadie que defienda el sentido común, ni la neutralidad en la sociedad española. A los disidentes de ese pensamiento único, que se impone por ley y desde TODOS los medios de comunicación, solo les queda radicalizar su posición para que se les escuche. Y esa postura radical es utilizada nuevamente por la izquierda para descalificar y mandar al ostracismo cualquier palabra que no salga de su boca. En la sociedad capitalista actual, ya sin motivos para defender el pilar fundamental zurdo de “abolición de la propiedad privada”, la izquierda española se afana en magnificar sentimentalismos (eutanasia), luchar encarnizadamente por derechos injustificados (aborto e ideología de género) y, por supuesto, eliminar toda competencia (anticristianismo, desprecio absoluto a la familia, eliminación de la patria potestad) como siempre ha hecho en los países en los que la “revolución” ha triunfado. Tal es su poder mediático en el siglo XXI que hasta el capitalismo más tradicional (la banca) se ha postrado a los pies de la bestia, como ha hecho el Banco Santander, por medio de su ilustrísima líder Ana Botín, con fondos que promueven la “igualdad de género” (Santander Equality Acciones), patrocinando el “orgullo gay” (“Summer of Love LGTB” en UK) y apostando por la “discriminación positiva de la mujer" dentro del banco (declaraciones literales, obviando la ley española, que dice que nadie puede ser discriminado por razón de sexo). Hasta con Disney se ha aliado para difundir el ideal de género del imaginario izquierdista. Y mientras, ultra-católicos, ultra-derecha y “ultras" de todo tipo nos esmeramos en gritar en el desierto, con la esperanza (¡nunca la perdamos!) de que alguien recapacite y nos escuche, si no en este mundo, en el más allá. Algún día nos agradecerán que nos opongamos hoy a este delirio (pensamiento único) como hoy se lo agradecemos a la resistencia contra la Alemania nazi, los disidentes de la Rusia comunista o los más actuales rebeldes venezolanos.