Sr. Director:

Desde hace tres semanas, la Iglesia católica cuenta con cinco nuevos santos. El Papa Francisco los canonizaba el domingo 13 d’octubre, en una ceremonia en la que ha destacado sus figuras y nos ha recordado que ahora, muy especialmente, pueden ser intercesores y luces amables para nosotros en medio de la oscuridad del mundo.

La italiana Josefina Vannini, que dedicó su vida a los enfermos; la india madre María Teresa Chiramel Mankidiyan y la brasileña Dulce Lopes Pontes, entregadas por completo a los más pobres y olvidados; el Cardenal John Henry Newman, sin duda la figura más conocida de los cinco, converso del anglicanismo e inquieto buscador de la Verdad, y la laica suiza Margarita Bays, conocida precisamente como la santa de lo cotidiano. En ese punto ha querido incidir particularmente el Papa en su homilía. Cinco personalidades tan diferentes nos interpelan de forma similar y nos invitan ahora a invocar, sin dejarnos paralizar por las exclusiones; a caminar siempre juntos confiando en Dios; y a agradecer, dando gracias de forma sencilla por tanto recibido. Los nuevos santos han caminado en la fe. No son santos lejanos ni inalcanzables. Han caminado, cada uno en su circunstancia concreta, sin dejarse vencer por las dificultades. Ellos experimentaron en primera persona que el camino de la fe es, a menudo, un camino en subida, porque se trata de un camino hacia lo alto.