Sr. Director: Por primera vez desde que recuperamos la democracia, el alcalde de Santiago no ha querido participar en la Ofrenda al Apóstol. Martiño Noriega, del entorno del nacionalismo gallego y apoyado por Podemos, no se ha sumado la celebración. Recordemos que por este acto ha recibido la felicitación de Europa Laica. Pienso que la ausencia del alcalde ni quita ni pone nada a la festividad. El día de Santiago es una ocasión para celebrar la memoria del primer apóstol mártir, en torno a la que se ha fraguado buena parte del alma de Europa al menos desde hace 1.000 años. La fiesta, celebración de la presencia del Misterio de Cristo que nos llega actualísima a través de la sucesión apostólica, no necesita del poder civil para estar completa. No obstante, si tiene sentido la presencia de autoridades políticas es porque esas autoridades quieran expresar el valor social del hecho cristiano. Suso do Madrid