Sr. Director: 'Camino' llegó a mis manos en otoño de 1955 y ese libro abrió horizontes nuevos a mi vida. En 1956 conocí el Opus Dei y descubrí que ese "camino" era realidad y era lo que yo estaba buscando. Desde entonces soy del Opus Dei. Hoy, ese mensaje me sigue pareciendo nuevo, como me sigue sorprendiendo el Evangelio. Como historiadora, creo que la vitalidad de las instituciones depende en buena medida de la capacidad de mantener su identidad a lo largo del tiempo, sin perder su esencia; y, al mismo tiempo, de la capacidad de adaptarse a un entorno cambiante. Algo parecido sucede con las personas. Permanecen jóvenes si son fieles a sus principios y flexibles ante las circunstancias. Elisa Luque Alcaide