Sr. Director:
Mes de los difuntos 2017. Noviembre, con idas y venidas al cementerio, en donde se ponen flores, se llora y se ora ante la tumba de los nuestros.
El pensamiento apunta a la Eternidad, ese tiempo sin tiempo, presente continuo que, a cada uno, nos va a tocar vivir. Digo vivir, porque "morir sólo es morir. Morir se acaba. / Morir es una hoguera fugitiva. / Es cruzar una puerta a la deriva / y encontrar lo que tanto se buscaba (…); tener la paz, la luz, la casa juntas/ y hallar, dejando los dolores lejos, / la Noche-luz tras tanta noche oscura" (Martín Descalzo, sacerdote, periodista y poeta). Desde que nacemos, somos eternos: la muerte no existe, sino la Vida, con apariencia de muerte al contemplar el cuerpo yerto.
La carne resucitada aparecerá unida al alma inmortal para acudir al Juicio y, luego, gozar o sufrir juntas. Unos vivirán en gozo permanente, sin empacho o hastío; otros, en remordimiento inacabable. Depende de cómo se haya empleado, en el tiempo, la libertad; y del arrepentimiento o no, si se obró mal (la Misericordia de Dios es infinita con quien fue, alguna vez, misericordioso).
Oportunidades para lograr una Eternidad dichosa, a nadie le faltan. Dios nos dio la libertad para amarle y servirle como nuestro Creador y Padre, y para servir al prójimo como a hermano. ¡Cuánta alegría tendrán, al llegar al Más Allá ineludible, aquellos que emplearon su tiempo en amar y servir. Amar con obras, que "obras son amores y no buenas razones". La voluntad de Dios es el amor con dos alas que baten juntas: una para amar a Dios y otra al prójimo. Evoco aquella coplilla popular: "La ciencia más acabada/ es que el hombre en gracia acabe./ Que al final de la jornada, / aquel que se salva, sabe;/ y el que no, no sabe nada".
Josefa Romo
Impunidad total. Lleva siete meses viviendo en una furgoneta porque la hija del vecino ha okupado su casa. El padre de la inquiokupa la justifica: "Es un embustero, tiene dos pisos"
24/04/24 15:39