Sr. Director: En esta víspera de la festividad de la Epifanía del Señor, España entera se llena de vistosas cabalgatas que anuncian la llegada de los Reyes Magos a los hogares de millones de niños que los esperan con ilusión, sencillez e inocencia. Es la fiesta de los niños por excelencia, aunque no falten autoridades que tratan de aprovecharla como instrumento de ingeniería social o política, como ocurrirá en la ciudad catalana de Vic. A lo largo de la historia, quienes sólo piensan en el poder o en sus ambiciones personales pierden la luz de la estrella que conduce hasta la cercanía y  adoración de Dios. Pero ninguna manipulación debería romper el sentido cristiano de la adoración de los Magos a un indefenso Niño Jesús que se manifiesta al mundo para iniciar su historia de amor. La celebración de esta fiesta no puede quedar en manos de instancias políticas o de diseñadores de estrategias de cambio cultural. También en esto, la sociedad civil tiene que asumir su protagonismo. Jesús Domingo