Sr. Director:

Vale la pena leer completa la sentencia de la Justicia alemana sobre Puigdemont. El descarte del delito de “rebelión” tiene su motivo en que los códigos penales de diferentes países son obviamente diferentes y es muy difícil encontrar exactamente la misma tipología de delito.

Pero es bueno remarcar que el tribunal alemán admite la existencia de “violencia” por parte del secesionismo catalán aunque no suficiente para “doblegar al Estado”. Es decir, el pacifismo del que tanto presume el independentismo no se lo ha creído la Justicia germana.

Y además la resolución rechaza que Puigdemont esté siendo perseguido en España por motivos políticos. Por el contrario, afirma literalmente que “está siendo perseguido por un delito penal concreto y no por sus convicciones políticas”.

El tribunal germano deja claro que en España se pueden tener las ideas políticas que se quieran -hay mucha gente independentista tranquilamente en la calle- pero no pisotear las leyes y burlarse de la Justicia, como hizo Puigdemont. Merece la pena subrayarlo.