Sr. Director:

Sufrimos un hartazgo de radicalismo izquierdista que llega al límite soportable; la presión de este fanatismo irracional que, mediante el amaestramiento y el control de los medios de comunicación, pretenden llevar la mente de los ciudadanos al ofuscamiento por sus perversas ideas.

Ahora se erigen en Dueños de la Vida y de la Muerte, es decir, dioses. Pretenden hacer de nuestras vidas, algo fuera de lo común y de lo racional, implantando con todo rigor la ideología de género, contra los deseos de los ciudadanos, contra los profesionales de la educación, contra los médicos y la ley natural, contra los padres que deben proteger la moral de sus hijos, pero con todo el poder del castigo a quienes no se sometan a sus dictados, poder que nunca les dimos los españoles. Y pretenden hacerse dueños de nuestras muertes, asesinando a los niños no nacidos y programando nuestra muerte con la eutanasia cuando el fondo de las pensiones baje de un nivel determinado.

No nos pudo tocar un panorama político peor: un zorro con toda la argucia de un fundamentalismo como solamente existe en países como Cuba, Venezuela, Corea del Norte, …  y un Pelele que disfruta con habitar La Moncloa y con el poder, más que el tonto de mi pueblo con una piruleta. Y lo peor de todo esto es que a ninguno de estos “usurpadores del poder” hemos elegido los ciudadanos, pero si sufriremos las nefastas consecuencias de su proceder.