Sr. Director:

La gravedad del problema migratorio causa tantas perplejidades como resistencias. 

Lejos de ser un problema coyuntural, es uno de los elementos definitorios de nuestro mundo. Eso obliga a los Gobiernos, organismos internacionales, y fuerzas económicas a movilizarse para dar una respuesta a un drama humano que cada día deja más víctimas por el camino.

El trabajo en red que varias instituciones de la Iglesia católica en España y Marruecos están realizando, les permite ofrecernos un conocimiento bastante exacto del problema. Convendría escucharles para rebajar el tono dogmático con el que las instancias oficiales hacen frente a un problema que, como estamos apreciando con los años y a lo que no queremos acostumbrarnos, la dureza legal y la represión policial no resuelven.

Domingo Madrid