Sr. Director: Esta es la fuerza de los creyentes de la que el Papa ha hablado durante su viaje a Asia, lejos de las interesadas ideologías seudoreligiosas que matan en nombre de Dios. El mundo, ha recordado el Papa, necesita esta fuerza de los creyentes. Es el corazón de la paz y la armonía, capaz de fomentar la cooperación en la protección de la casa común, el cuidado de los más vulnerables y el compromiso con los más pobres. Las comunidades religiosas de Bangladesh lo han sabido poner de manifiesto: la acogida de los refugiados Rohinyas o la defensa de los derechos de quienes fallecieron en el derrumbe del Rhana Plaza demuestran que la paz religiosa no solo es posible, sino absolutamente necesaria. Enric Barrull