Sr. Director:

La intervención de la Fiscalía del Estado, representada por Javier Zaragoza y Fidel Cadena, ante el tribunal que juzga la causa por el denominado “procés” tuvo la virtud de poner los hechos en sus justos términos, desmontando una por una las alegaciones extrajurídicas de las defensas, en un ejercicio de reivindicación de la democracia española sólido, fundado y, sobre todo, veraz.

Desde un profundo conocimiento del procedimiento instructor, Zaragoza y Cadena rechazaron fácilmente todas las peticiones de nulidad de la causa, situadas la mayoría a extramuros del proceso penal, para desnudar las falacias que sostienen el discurso separatista. Así, en el Tribunal Supremo no se están juzgando ideas, sino delitos; la mera acción política no supone causa de exención de la responsabilidad criminal ni la discrepancia con la Ley exime de su cumplimiento.

Finalmente, no existe un derecho a decidir más allá que el que ostenta el titular de la soberanía nacional. Están sentados en el banquillo, pues, doce dirigentes políticos que lejos de reclamar libertades y derechos pretendieron arrebatárselos a sus legítimos propietarios, los hombres y mujeres que conforman la totalidad del pueblo español. Y lo hicieron con desprecio absoluto a la Ley.