Sr. Director: La encíclica Laudato sí va mucho más al fondo del problema ecológico. "Nadie pretende volver a la época de las cavernas, pero sí es indispensable aminorar la marcha" frente al actual "desenfreno megalómano", escribe el Papa. La Laudato si cuestiona la "confianza irracional" del hombre contemporáneo en el progreso. También hace una feroz crítica al "paradigma tecnocrático" que, de la mano de un capitalismo salvaje, busca maximizar los beneficios económicos a costa de todo y de todos. Ese sistema económico no es producto del azar, sino que se sustenta en los valores y en el estilo de vida hiperconsumista de ese 20 % de la población mundial que poseemos más del 80% de la riqueza. Francisco se dirige a cada hombre y a cada mujer de los países del Norte y nos conmina a vivir de un modo más austero. Nuestro comportamiento no sólo está arrasando la naturaleza, priva también a millones de personas en el sur de lo necesario para cubrir sus necesidades básicas. La injusticia se extiende a las generaciones futuras, que nacerán en un planeta convertido en "un inmenso depósito de porquería". Domingo Martínez Madrid